Explicación de los sistemas de filtrado de partículas diésel

DPF es la abreviatura del inglés «Diesel Particulate Filter» (filtro de partículas diésel). Estos filtros se utilizan para minimizar la cantidad de partículas nocivas que salen de los sistemas de gases de escape de los vehículos diésel. El objetivo es conseguir que el aire circundante esté más limpio y sea más seguro, sobre todo en los espacios confinados. EHC Teknik fabrica filtros DPF para diversas aplicaciones y estaremos encantados de responder a cualquier pregunta que le pueda surgir sobre esta tecnología. Siga leyendo para saber más.

Norma Euro 5

Desde 2009, cuando entró en vigor la Norma Euro 5, las normas sobre las emisiones de gases de escape para coches diésel nuevos han requerido de forma eficaz la instalación de un filtro DPF en el sistema de gases de escape. De hecho, en muchos coches matriculados antes de 2009 también se les instalará un filtro.

Y estas medidas se adoptan por una buena razón, ya que la emisiones de partículas diésel (hollín) provocan graves problemas de salud para los seres humanos. Los filtros DPF reducen las emisiones de hollín diésel en un 80 %, pero no son adecuados para todo el mundo. Incluso si su conducción no es principalmente urbana/de parada-arranque, para que estos sistemas sigan funcionando correctamente, puede que sea necesario hacer cambios en el estilo de conducción.

¿Cómo funcionan los filtros de partículas diésel?

Los filtros de partículas diésel (DPF) atrapan las partículas de hollín y evitan que salgan por el sistema de gases de escape. Como ocurre con cualquier otro filtro, deben vaciarse regularmente para mantener sus prestaciones. En el caso de un filtro DPF, este proceso se denomina «regeneración». En este proceso, el hollín recogido se quema a alta temperatura y deja solo ceniza.

La regeneración puede ser pasiva o activa

La regeneración pasiva se da automáticamente en la autopista cuando la temperatura de los gases de escape es alta. Puesto que muchos coches no se conducen en la autopista con frecuencia, los fabricantes de vehículos han diseñado la regeneración «activa». En este proceso, el ordenador de gestión del motor (ECU, por sus siglas en inglés), toma el control del proceso.

Regeneración activa

Cuando el filtro se llena de hollín hasta un límite fijado (alrededor del 45 %), el ECU del vehículo pondrá en marcha la inyección de combustible poscombustión para aumentar la temperatura de los gases de escape y activar la regeneración. Si se apaga el motor mientras la regeneración está en marcha, puede que no se complete. Se encenderá un testigo de advertencia para indicar que el filtro está parcialmente bloqueado.
Así, debería poderse completar un ciclo de regeneración y hacer desaparecer el testigo de advertencia conduciendo y aumentando la temperatura.

Síntomas de la regeneración activa

Durante la regeneración activa, puede que se encuentre con los siguientes síntomas:

  • Los ventiladores de refrigeración están en marcha
  • Aumento de la velocidad de ralentí
  • Desactivación de la parada/arranque automáticos
  • Un ligero aumento del consumo de combustible
  • Un olor caliente y agrio de los gases de escape
  • Cambio en el tono del motor

Si la regeneración fracasa debido a un ciclo de conducción insuficiente, el combustible adicional que se ha inyectado en los cilindros no se quemará y pasará al cárter. Como resultado de ello, la calidad del aceite se deteriorará y aumentará el nivel de aceite. La mayor parte de los motores equipados con filtros DPF contarán con un sensor de viscosidad/calidad del aceite, pero es importante que verifique que el nivel de aceite no suba por encima del nivel máximo en la varilla, ya que los motores diésel pueden funcionar con su propio aceite si el nivel es excesivo – con frecuencia hasta el punto de destruirse.

Si ignora el testigo de advertencia del filtro de partículas diésel y sigue conduciendo con un patrón de parada/arranque relativamente lento, se seguirá acumulando hollín hasta el 75 % y entonces es probable que se enciendan más testigos de advertencia en el salpicadero. Llegados a este punto, conducir a una velocidad alta no bastará para limpiar el filtro y tendrá que llevar el coche a un concesionario para «forzar» la regeneración.

Regeneración forzada

La regeneración forzada es precisa cuando no se han dado los criterios de regeneración «activa» y los niveles de hollín del filtro DPF han aumentado hasta aproximadamente el 70 %. Si se deja, la carga de hollín continuará. En este nivel, se debe utilizar una herramienta diagnóstica para forzar la regeneración. Con una carga de hollín de aproximadamente el 85 %, ya no es posible realizar la regeneración en el vehículo y tendrá que extraer el filtro DPF para limpiarlo o sustituirlo.

¿Qué cosas pueden impedir la regeneración normal?

  • Desplazamientos cortos frecuentes en los que el motor no alcanza la temperatura de funcionamiento normal
  • El tipo de aceite incorrecto – los coches equipados con un filtro de partículas diésel necesitan aceites de motor bajos en cenizas y en sulfuro
  • Un problema con el sistema de entrada, de combustible o de recirculación de los gases de escape (EGR) que provoque una combustión incompleta aumentará la carga de hollín
  • Un testigo de advertencia encendido o un código de error de diagnóstico registrado en el sistema de gestión del motor puede impedir la regeneración activa o de catalizadores
  • Los niveles bajos de combustible impedirán que se produzca la regeneración activa. Por lo general, se necesita ¼ de depósito.
  • Medidor de aceite/intervalo de servicio – superar el intervalo de servicio puede impedir la regeneración
  • Depósito de aditivo bajo o vacío

¿Le gustaría saber más cosas sobre los filtros DPF? Obtenga más información sobre los distintos sistemas de filtros DPF aquí.

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